Tal vez el final feliz es este. Saber que
después de todas esas llamadas esperadas y los corazones rotos, de todas las
equivocaciones y las señales malinterpretadas, de todo el dolor… y la
vergüenza, uno nunca, jamás, debe perder la esperanza. Tal vez este final feliz no incluya a un chico maravilloso, tal vez seas…
tú, rearmando las piezas y comenzando de nuevo. Liberándote a ti misma para
poder recomenzar en el futuro.
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